No es fácil tener un amigo o familiar enfermo y por eso la misión de los kits está diseñada para acompañar al paciente durante su diagnóstico y tratamiento.

No podemos eliminar el dolor y el trauma que causa la enfermedad, pero sí podemos ofrecer nuestro apoyo en un regalo útil que evoca lo que queremos transmitir: Te quiero Te cuido y Te acompaño

Cuando me diagnosticaron cáncer, recibí muchos regalos que no pude disfrutar por los efectos secundarios. Molestan los aromas fuertes de las comidas, de las cremas, se seca la piel, tienes náuseas, frío, no puedes comer de todo y el cerebro de quimio hace que olvides palabras, datos o conversaciones que junto a la carga física del tratamiento pueden causar frustración.

Muchas personas me preguntaban cómo acercarse o qué regalar a un paciente y a veces la idea era enviar flores que a la mayoría de los pacientes con cáncer ni siquiera se les permite tener durante los tratamientos.

Investigando descubrí que originalmente en Estados Unidos e Inglaterra los comfort kits han sido recibidos con entusiasmo en un proceso que es tremendamente difícil y solitario. Sentí que este proyecto debía compartirse.